Comentario sobre el artículo publicado en el periódico EL PAÍS el día 11 de Octubre de 2020. Puede leer el artículo completo en el siguiente enlace.
La pandemia de COVID está multiplicando el uso de internet y también el de las redes sociales (Instagram, Whatsapp, Twitter, TikTok y Facebook), permitiéndonos obtener información de todo tipo, trabajar, asistir a clase, a eventos sociales o simplemente relacionarnos con nuestros amigos y conocidos. Pero lo que en principio es una enorme avance lleno de beneficios para la mayoría de las personas, puede llegar a ser perjudicial para otras y convertirse en una adicción con repercusiones que se manifestarán de diversas maneras, entre las más frecuentes, perder horas de sueño, de estudio o trabajo, fracasar escolarmente, alejamiento de la realidad y disminuir e incluso abandonar las relaciones con nuestro entorno familiar directo.
Por otra parte, la adicción a las redes sociales puede llegar a ser altamente problemática, pues la gratificación o reconocimiento que se produce al recibir un “Like” o un “me gusta” ante un comentario, foto o historia que se suba a la red, llega a provocar grandes alteraciones emocionales y psíquicas en aquellos que están continuamente pendientes del móvil, ante su necesidad de saber cuántos nuevos «like» ha recibido, que aumentan su autoestima y popularidad o que provocan frustración en el caso de no recibirlos. Pero también porque estas redes exponen a sus usuarios, sobre todo a los más jóvenes, a los comentarios y opiniones de los demás, con el riesgo de sentirse despreciados, insultados e incluso a ser acosados.
En este buen artículo de Amaia Odriozola, se hace una amplia revisión del abuso de las redes sociales y algunas recomendaciones para evitar sus peligros, cómo pueden ser: desactivar las notificaciones para evitar que perturben el día a día. Limitar y definir los momentos del día en los que no utilizar el móvil o entrar en las redes. Borrar las apps que no se usen y dejar de seguir o bloquear a las personas que nos crean angustia o malestar. Merece la pena leerlo.
Dr. García Basterrechea
Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Murcia
Especialista en Medicina Interna por la Universidad de Murcia