A los 20 minutos: la presión arterial y la frecuencia cardiaca disminuyen.
A las 24 horas: Disminuye el riesgo de muerte súbita y al eliminarse del cuerpo el monóxido de carbono, mejora la oxigenación de la sangre y la capacidad para realizar esfuerzos.
Pasadas 48 horas mejoran significativamente los sentidos del gusto y del olfato.
En 2 semanas mejora la circulación. Desde el primer mes disminuye la tos, el riesgo de infecciones y la función pulmonar.
A los 12 meses disminuye alrededor de 50% el riesgo de enfermedad coronaria y de mortalidad vascular (infarto del miocardio e ictus cerebral), por disminuir entre otros factores de riesgo, la presión arterial, la hipercoagulabilidad sanguínea derivada del consumo de tabaco y las lesiones que se producen en las arterias. Así mismo mejoran los niveles del colesterol y triglicéridos en sangre.
A los 5 años se reduce a la mitad el riesgo de tener un cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga.
A los 10 años: el riesgo de cáncer de pulmón disminuye a la mitad y también disminuye el riesgo de cáncer de laringe y de páncreas.
A los 15 años de dejar de fumar el riesgo de fallecer por cardiopatía coronaria se acerca al de una persona que no ha fumado nunca y el riesgo de ictus o accidente cerebrovascular es prácticamente igual al que nunca fumó.
A los 20 años el riesgo de cáncer de pulmón casi se iguala al de los no fumadores.
Dejar de fumar además:
Mejora el control de la diabetes, pues en las personas diabéticas que son fumadoras el tabaco tiene un efecto negativo sobre el metabolismo de la glucosa.
Mejora la capacidad de las erecciones en los varones. Fumar un paquete o más de cigarrillos al día aumenta en un 40% el riesgo de padecer impotencia. Además los fumadores que sufren de hipertensión arterial tienen 26 veces más posibilidades de sufrir impotencia que los no fumadores
Disminuye el riesgo de desarrollar enfermedad vascular periférica. El 90% de las amputaciones de las extremidades inferiores son por patologías vasculares arteriales en fumadores y cuando se abandona el consumo de tabaco mejora claramente el pronóstico de quienes ya presenta una insuficiencia vascular periférica.
Disminuye la acidez gástrica y el riesgo de padecer úlcera gástrica.
Disminuye el riesgo de enfermedad de Alzheimer.
Mejora la capacidad auditiva o evita que la sordera aumente.
Disminuye el riesgo de patologías oculares como la degeneración macular, el glaucoma, las cataratas (un 40% más frecuente en personas fumadoras), y el síndrome de ojo seco.
Disminuye la osteoporosis, pues el monóxido de carbono es absorbido por la sangre mucho más rápido que el oxígeno y como consecuencia los huesos de las personas fumadoras pierden densidad, se fracturan más fácilmente y tardan más en soldarse.
Dejar de fumar favorece la fertilidad, ya que el tabaco ha sido asociado con la infertilidad y la menopausia prematura.
Dejar de fumar favorece la disminución de complicaciones durante el embarazo, los abortos espontáneos, embarazos ectópicos y partos prematuros.
Los recién nacidos tienen mayor peso al nacer que los de madres fumadoras y menor probabilidad de morir en los primeros días después del parto o de tener enfermedades en los primeros meses de vida (otitis agudas, neumonía, bronquitis y asma). Incluso algunas investigaciones han encontrado relación entre el llamado Síndrome de Muerte Súbita del Lactante y el humo del tabaco así como mayor riesgo de desarrollar trastornos de la conducta en la infancia y juventud.
Ahorro económico: Un fumador que gaste 4 Euros al día (120 al mes), lo que supone 1440 euros al año y 43.200 en 30 años.
Libertad personal ya que cuando se abandona el consumo de tabaco se deja de estar sometido a una adicción y recupera el control sobre su vida. Se sentirá libre, con aumento de la autoestima y no esclavo, ya que el consumo continuado de nicotina modifica los circuitos cerebrales de recompensa “sin saciarlos” y altera la capacidad de decisión, porque es capaz de producir una adicción muy intensa, la cual conduce a conductas fisiológicas, emocionales, comportamentales y cognoscitivas, donde el consumo de un cigarrillo adquiere la máxima prioridad, mayor incluso que cualquier otro tipo de comportamiento de los que en el pasado tuvieron el valor más alto, a pesar de los problemas que su consumo le genera.
Mejorías estéticas al dejar de fumar:
- Tu olor corporal mejorará al desaparecer el mal aliento, y el olor de su ropa y cabello.
- Los dedos y uñas de las manos perderán el color amarillo que produce la acumulación del alquitrán del humo del tabaco.
- Mejora el aspecto de la boca ya que el tabaco provoca un exceso de sarro, tiñe los dientes y acelera el deterioro de la dentadura.
- Disminuye la enfermedad periodontal ya que el tabaco favorece el crecimiento de gérmenes en la placa dental e infecciones (periodontitis grave)
- Disminuye el riesgo de presentar CARIES DENTAL ya que el tabaco incrementa el riesgo de formación de caries al favorecer alteraciones en el tejido de soporte del diente.
- Disminuyen las ARRUGAS y el envejecimiento prematuro de la piel, debido al desgaste que el tabaco ocasiona en la hidratación y elasticidad, volviéndola seca, áspera y surcada por arrugas.
- Disminuye la CAIDA DEL CABELLO y erupciones en cara y cuero cabelludo.
Dejar de fumar aumenta el rendimiento deportivo al mejorar la oxigenación pulmonar, debido a que:
- Al desaparecer el monóxido de carbono del organismo mejora alrededor de un 15 % de la capacidad de transporte de oxígeno por la Hemoglobina.
- Al disminuir el depósito de alquitranes y sustancias tóxicas en los pulmones mejora de forma sensible la oxigenación pulmonar.
- Al desaparecer la nicotina disminuye la frecuencia cardiaca y la tensión arterial, lo que también disminuye el gasto cardiaco y el consumo de oxígeno por el corazón.
Beneficios sociales de dejar de fumar:
- Al dejar de fumar en presencia de otras personas desaparecen los riesgos para la salud de los que le rodean. La exposición al humo de tabaco ajeno causa un 30% de aumento en el riesgo de infarto y de cáncer de pulmón en las personas no fumadoras. En 2017 se calculan en más de 890.000 las personas no fumadoras fallecidas por culpa de huno del tabaco ajeno.
- Cerca de 700 millones de niños respiran en el mundo aire con humo de tabaco, principalmente en el hogar (OMS).
- Disminuirían las catástrofes medio ambientales derivadas de los incendios, colillas y uso de pesticidas.
Puedes obtener más información en la web del ministerio de sanidad y por supuesto consultándonos cualquier duda que puedas tener al respecto. Podemos ayudarte a dejarlo.
Dr. García Basterrechea
Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Murcia
Especialista en Medicina Interna por la Universidad de Murcia