Deprecated: Array and string offset access syntax with curly braces is deprecated in /mnt/web207/a0/47/57325447/htdocs/basterrechea/wp-content/plugins/Ultimate_VC_Addons/admin/bsf-core/auto-update/admin-functions.php on line 11 ¿Cómo actuar si sospechas que tú hijo consume drogas? Señales de alerta

¿Cómo actuar si sospechas que tú hijo consume drogas? Señales de alerta

Existen múltiples signos o señales de alerta que pueden hacernos pensar que una persona es consumidora de una droga o que presenta conductas que le pueden conducir hacia una adicción.

Son signos que, aunque muchos de ellos no están relacionados directamente con ninguna conducta adictiva y son únicamente propios de la personalidad de un joven o de su maduración hacia la edad adulta, sí es conveniente tenerlos en consideración y estar alerta ante ellos, porque frecuentemente requieren una atención especial por parte de los padres, familiares y sanitarios, ya que detectarlos a tiempo será lo que, muchas veces, puede permitir prevenir riesgos futuros y evitar el tránsito hacia una adicción.

Entre ellos se pueden destacar:

  • Intranquilidad o ansiedad no justificada.
  • Cambios bruscos de humor y del estado de ánimo: ansiedad, tristeza.
  • Cambios repentinos de ciertos hábitos de vida asociados al ejercicio, alimentación o aseo.
  • Abandono de sus aficiones habituales por otro tipo de actividades.
  • Nuevas amistades o cambios de ellas que evitan presentarnos o que las conozcamos.
  • Actitud agresiva y hostil hacia los padres.
  • Menor rendimiento escolar, con disminución en sus calificaciones.
  • Excusas o mentiras frecuentes para que no sepamos lo que hacen en su tiempo libre.
  • Dificultad para explicar dónde han estado.
  • Retrasos frecuentes sobre la hora establecida de llegada a casa.
  • Pérdida de peso o apetito excesivo.
  • Demandas continuas de dinero.

Existen otras señales que pueden ser mucho más problemáticas o que pueden indicar directamente una tendencia de consumo o incluso una conducta adictiva, así:

  • Utilización de ropa, póster o canciones, que promuevan el uso de drogas.
  • Ojos rojos o con pupilas dilatadas.
  • Uso de colirios vasoconstrictores o ambientadores.
  • Encontrarle drogas o parafernalia ligada al consumo.
  • Olor de la ropa a marihuana.
  • Desaparición de dinero u objetos de valor o pequeños hurtos.

¿Cómo actuar ante la duda o sospecha de que un hijo o familiar consuma drogas?

Lo primero es no juzgar ni dramatizar, ya que hasta ese momento es solamente una sospecha. Tampoco se deben negar las evidencias que existan y mucho menos ocultar información o encubrirlo ante el otro miembro de la pareja.

Lo mejor es dialogar, compartiendo la preocupación, dándole la importancia adecuada y confrontando nuestras sospechas y dudas, evitando reproches injustificados, pero pactando los límites y modificaciones de hábitos de vida o conductas que consideremos necesarias para reconducir la situación, estando más atentos y cercanos en sus necesidades y supervisando su vida diaria.

En caso de que exista ya una evidencia de consumo, es necesario mantener el control emocional, recoger toda la información posible, entendiendo que existe un problema: una enfermedad, que hay que afrontar y que en la mayoría de los casos tiene solución.

Para ser realmente eficaces y no perdernos en reproches y discusiones o peor aún en peleas entre los progenitores al valorar de forma diferente la situación, lo mejor es que los padres o miembros de la familia directamente afectados, analicen pormenorizadamente, inicialmente ellos solos, las realidades importantes e incontestables que estén asociadas o relacionadas con el consumo de una droga, o con otro tipo de adicciones comportamentales como la ludopatía o adicción a los videojuegos.

Una vez que exista un acuerdo sobre las realidades y acciones que se deben tomar, es el momento de dialogar, contrastar y analizar con el hijo o familiar lo que está pasando, escuchando reflexivamente las respuestas a nuestras preguntas, evitando perdernos en reproches o detalles menores, que pueden conducir al enfrentamiento, con el riesgo de comenzar una carrera de culpas, desesperación o de “echarle en cara” todo lo hecho por él o ella.

El dialogo debe ser siempre basado en el amor, manifestando claramente el cariño que se siente, ofreciendo ayuda, procurando buscar alternativas pactadas y realizar un tratamiento especializado que permita ejecutar los cambios de vida necesarios para acabar con la conducta adictiva.

¿Y si el adicto rechaza todas las realidades y se niega a cualquier tipo de ayuda?

En ese caso habrá que valorar si se le puede exigir realizar un tratamiento, en particular cuando es menor de edad o es dependiente económicamente, ya que el tratamiento no es imprescindible que sea voluntario para que pueda ser eficaz.

Si bien en todos los casos se debe evitar utilizar el castigo como única medida o poner límites que luego no seremos capaces de hacer cumplir; tampoco es útil, porque suele aumentar el distanciamiento y el rechazo, el recriminarle continuamente sus errores.

Es beneficioso fomentar la autoconfianza, valorar positivamente los avances que realice para mejorar, así como favorecer los factores protectores: educación basada en valores como el cariño, la comunicación familiar, el respeto, la tolerancia a la frustración, el esfuerzo y responsabilidad, junto a dedicarle mayor cantidad de tiempo, compartir el ocio o estar pendientes de sus preocupaciones.

Por otra parte, en todos los casos, se debe actuar sobre los factores que podrían favorecer o conducir a conductas de riesgo, especialmente es eficiente establecer normas y límites claros, un control estricto de la disponibilidad de dinero, no aceptar como algo normal el consumo de drogas, evitar fiestas y lugares donde el consumo es habitual o estar con otros consumidores. También, aunque cada familia decide lo que hace, suele ser un riesgo muy alto, que ayuda a perpetuar el consumo, dar dinero una y otra vez para pagar sus deudas.

Dr. García Basterrechea
Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Murcia
Especialista en Medicina Interna por la Universidad de Murcia

Adicciones, Drogadicciones, drogas

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