Si durante este periodo de aislamiento no nos decidimos a abandonar el consumo, sí podemos modificar algunas conductas que disminuyan los riesgos:
Así para el tabaco es importante no fumar en estancias donde se encuentren niños y/o personas no fumadoras. Lo mejor es hacerlo en un sitio fijo, bien ventilado y nunca en el salón viendo la televisión o mientras se está con la familia o con el ordenador.
En relación con el consumo de bebidas alcohólicas hay que evitar considerar su consumo como algo inocuo y consumos que antes eran de fines de semana o en ocasiones especiales no incorporarlos ahora al día a día, con el peligro de alcanzar consumos muy elevados o incluso una adicción. Está demostrado que para disminuir los riesgos del consumo de alcohol no se debe beber diariamente y nunca más de 15-20 gramos/día en mujeres y 30-40 en varones.
Ludopatías: con las apuestas online tenemos al enemigo en casa.
El aislamiento domiciliario, en relación a las apuestas online, disponiendo de un ordenador o un smartphone, sometido al aburrimiento y al bombardeo continuo de anuncios invitándonos a apostar, favorece que cualquier jugador habitual y mucho más los ludópatas, se conecten a páginas de apuestas y jueguen, inicialmente con la intención de distraerse un rato o claramente con la intención de ganar un dinero, casi siempre pensando que van a controlar, que solamente serán unos euros, aunque en lo más profundo sepan que una vez que empiecen no van a ser capaces de parar y continuaran apostando, y lo que es peor, reiniciando una cadena de pérdidas, búsqueda de dinero, dolor, depresión, angustia y conflictos familiares.
Anticipar los peligros de las apuestas online precisa conciencia del problema y voluntad para prevenirlo, lo cual se puede conseguir teniendo el ordenador en espacios comunes, nunca en una habitación asilada, informando a la familia o amigos para que estén alerta y nos ayuden en los momentos de ansiedad o cuando se sienta solo y con necesidad de jugar.
Además, hay que evitar a toda costa disponer de dinero o tarjetas de crédito. Así si juega, al menos se disminuirán las pérdidas y consiguientemente los daños.
Así mismo hay que actuar, como todos en esta situación, manteniendo una vida activa y ordenada, en contacto estrecho con la familia y amigos, con algún ejercicio físico, durmiendo lo suficiente y sin alterar los horarios habituales.
Uso de las nuevas tecnologías durante el aislamiento: es esencial establecer rutinas.
Con relación a las nuevas tecnologías, la crisis del coranovirus y el aislamiento está obligando a cambiar radicalmente nuestros estilos de vida y no poder salir prácticamente a ningún sitio, ni a realizar deporte en el gimnasio o compartir nuestro tiempo con amigos y en actividades recreativas, el confinamiento en casa favorece que busquemos información en internet, la comunicación a través de redes sociales y el entretenimiento jugando a videojuegos o juegos online, lo que puede desembocar en muchas horas “enganchados” a las pantallas, con los consiguientes riesgos, sobre todo en los estudiantes, de abandonar sus obligaciones escolares e incluso profundizar en la adicción y dependencia.
Para prevenir estos riesgos, especialmente en jóvenes, lo ideal es organizar el día a día con una rutina similar a la existente cuando acudían a clase, distribuyendo el tiempo, con horas de estudio estables, en un horario fijo, preferiblemente en las mañanas tras el desayuno y aseo personal. Haciendo una lista, para cumplirla, de las materias que hay que realizar cada día o semana, con los descansos planificados. Además, durante los periodos de estudio no usar nunca el móvil, tenerlo apagado fuera de la habitación. El ordenador usarlo solamente el tiempo necesario para estudiar y después apagarlo y dejar también fuera de la habitación.
Para proteger la vista, cuando se juegue o se esté con el ordenador hay que tener una iluminación adecuada, parar 20 segundos cada 20 minutos, para mirar a lo lejos idealmente fuera de la casa por la ventana o el balcón. Además, tener periodos de descanso cada 60-90´ y limitar tiempo total de juego, favoreciendo otras actividades lúdicas con la familia o los amigos (por las redes sociales), también ejercicio físico, lectura, música, juegos y actividades creativas.
Los padres debemos predicar con el ejemplo
Además de las medidas preventivas, es importante que los padres demos ejemplo con nuestras conductas, mantener horarios normalizados, compartir el cuidado y mantenimiento del hogar y promover actividades en familia, siempre entendiendo que para muchos jóvenes el aislamiento y la falta de actividad física y contacto con sus amigos puede ser difícil de gestionar, por lo que es fundamental hablar con ellos, escuchándolos y pactando, cuando sea posible, horarios y actividades, respetando sus tiempos de ocio, su espacio de juego y comunicación social, con límites claros, pero siempre con cercanía, manteniendo la calma y una actitud cercana y positiva, evitando discusiones estériles y sobre todo transmitiendo el cariño que les tenemos.
Dr. García Basterrechea
Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Murcia
Especialista en Medicina Interna por la Universidad de Murcia