Cuando pensamos en una persona que sufre de una o varias adicciones, es fácil que nuestra imaginación nos haga pensar en alguien marginal altamente deteriorado. Pero la realidad es muy diferente ya que la mayoría de quienes tienen problemas de adicción o simplemente problemas por el uso de una sustancia, son personas normales, de todas las clases sociales, trabajadoras y con familia.
Las sustancias legales
Son las sustancias legales, tabaco y bebidas alcohólicas, las que más problemas y repercusiones generan. El tabaco, es el causante de que más de 200 personas mueran cada día en España por enfermedades relacionadas con su consumo, fundamentalmente por cáncer, enfermedades cardiovasculares y pulmonares, pero no solo mueren prematuramente, con 12 a 15 años menos de vida, sino que además viven con una calidad de vida significativamente peor. Y todo ello sin contar catástrofes ambientales, explotación de niños, etc. El consumo de bebidas alcohólicas es también responsable de múltiples enfermedades que alteran gravemente la vida de los consumidores excesivos, causando el 30% de accidentes de tráfico y laborales, así como elevadas tasas de violencia, en particular en el entorno familiar y de género. Problemas todos ellos que empeoran de forma muy grave cuando se asocia al consumo de cocaína.
El cannabis: Un problema en auge
Por otra parte, el aumento del consumo de derivados del cannabis, considerado incluso como menos peligroso que el tabaco, está suponiendo una nueva realidad con importantes consecuencias en jóvenes, ya que además de asociarse a una elevada incidencia de cuadros psicóticos y actividades de riesgo, es responsable de un altísimo porcentaje de fracaso escolar, que a su vez aumenta la marginación social, al alcanzar puestos de trabajo con menos cualificación y con sueldos menores.
Las nuevas tecnologías: Las nuevas adicciones
Así mismo, la irrupción de las nuevas tecnologías está suponiendo una nueva realidad, generando nuevos tipos de adicciones relacionadas con ellas. Miles de jóvenes tienen una dedicación casi continua a su smartphone, ordenador o videoconsola, con aislamiento progresivo, pérdida de horas de sueño y del interés por los estudio, que les llevan a caídas en picado de los expedientes académicos, con su consiguiente descenso en su cualificación laboral y social.
Cuando nuestro entorno o nosotros mismos detectamos que el consumo de una sustancia nos causa problemas hay que actuar. No hay que esperar, cuanto antes conozcamos nuestra realidad mejor, ya que la dependencia a drogas en una enfermedad y por ello no elegida, como todas las enfermedades es una situación que no esperamos cuando iniciamos el consumo social o recreativo de una sustancia, pero que en personas vulnerables termina por no poder controlar a pesar de las repercusiones negativas que el consumo tiene. En estos casos dejar de consumir es posible, pero para muchos no es fácil y se requiere tratamiento especializado que permitan el control o el abandono de la sustancia consumida. Es nuestra responsabilidad. Usted decide.
Dr. García Basterrechea
Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Murcia
Especialista en Medicina Interna por la Universidad de Murcia
Especialista Universitario en Drogodependencias